Steve Hall en pocas líneas
A finales de los años 80, en una visita a Nueva York que deparó innumerables revelaciones, no pude reprimirme y, al visitar la universidad de Columbia, me metí en una clase que estaba dando Steven Holl. La verdad es que no entendí mucho –a mi inglés le costaba descifrar los tecnicismos–, pero el solo hecho ver en directo, y en tan venerado escenario, a uno de los arquitectos que más admiro me insufló de gran energía. Una de sus grandes enseñanzas es que el cometido de la arquitectura es el mismo de siempre: crear metáforas materiales y espaciales para construir un mundo mejor. Leer más