Rehabilitación de las casas de la Cava
Mucho antes que el Guggenheim y aún antes que la universidad de Deusto, el Ensanche y el Campo Volantín era una paisaje de huertos y cultivos. Bilbao, una ciudad mercante, estaba recluida en el Casco Viejo y se la conocía como la “tasita de plata”. Con gran poder evocador, Miguel de Unamuno la describió en la magnífica novela Paz en la Guerra, una de las favoritas de nuestro querido alcalde Iñaki Azkuna. La revolución industrial trajo consigo un rápido crecimiento inmobiliario que tuvo como primera avanzadilla las emblemáticas casas de La Cava, con una de las mejores vistas hoy sobre la araña de Louise Bourgeois. Allí estamos trabajando.
En los dos palacios, construidos en 1869, vivieron José de Vilallonga, presidente de Altos Hornos de Vizcaya, junto a su mujer Rafaela Ybarra (1843-1900), quien promovió durante su vida numerosas actividades sociales para paliar las carencias asistenciales de la época, como la creación de la Maternidad de Bilbao. Para que dieran continuidad a su obra, en 1927 ambas casas se donaron a la Congregación de los Ángeles Custodios, de la que la beata bilbaína fue su fundadora. Nuestras clientas, las hermanas de esta orden, mantienen hoy una encomiable labor de atención a los más desfavorecidos por todo el mundo, en especial en España y Sudamérica.
En su sede bilbaína nos han pedido que remodelemos fachadas y cubiertas, así como una de las plantas de la residencia de estudiantes, alumnas de Deusto. Nos acompañan en este encargo la constructora Obra Lekuan. Gracias a esta oportunidad hemos tenido acceso a los preciosos jardines, a la arquitectura de reminiscencias barrocas y a detalles señoriales como el amplio vestíbulo con zócalo de madera oscura, iluminado por un delicada vidriera; el despacho del marido de Rafaela, que conserva muebles originales; o el salón para reuniones y fiestas, con dos consolas doradas de la época y un sillería de estilo Luis XV. Pura intrahistoria, que diría Unamuno. Aunque quizá nos impresione más el buen uso que le han sabido dar las hermanas a los distinguidos edificios. Ya hemos dicho que la mejor arquitectura es la que se sabe adaptar al correr de los tiempos.
Otros proyectos de rehabilitación
Desde la creación de este estudio, los proyectos relacionados con la rehabilitación de edificios señeros han sido constantes. Dentro del mismo ámbito geográfico, podemos destacar el Palacio Ampuero, un edificio de Manuel María Smith Ibarra, catalogado de protección especial, que se dividió en seis viviendas; el Palacio Vargas, del mismo arquitecto, con la misma protección, y también desgajado en diversos apartamentos; y la villa Itsas Aldian, en Hendaya, casa solariega construida en 1914 cuya reforma se hizo respetando la rígida normativa francesa.