Donde nace el hogar
Las zonas de servicio de las casas burguesas han quedado desfasadas. Ya no se admite que sean espacios apartados, casi escondidos. Ni hay personal que los atienda ni tampoco deseo de que un lugar tan vital de convivencia, la cocina, se mantenga al margen. No podemos olvidar que el hogar, en la antigüedad, lo hacía el fuego, donde preparamos la comida.
Reabrieron sus puertas los estadounidenses, al fundir salón, comedor y cocina en uno, o creando la cocina americana para cuando hay más estrecheces. El boom de la gastronomía actual ha sido la reconquista definitiva. Sin duda, el apetito por los buenos alimentos influye; nos hemos convertido en unos sibaritas a los que ya no nos basta con unos buenos huevos fritos. Pero quizá más el hecho de que comer es un placer compartido, que da pie a abrirnos con sinceridad a los demás, con el desahogo que ello supone; facebook y whatsapp se quedan en el camino y, en el salón, habita la mayor amenaza de la convivencia: la televisión. No nos puede extrañar, por tanto, que no haya nada más exclusivo hoy que comer en el reservado de un restaurante viendo en directo los quehaceres del chef y sus pinches.
Desde Foraster Arquitectos estamos trabajando en la actualidad con diversos proyectos de rehabilitación que siguen esa tendencia: la reivindicación de la cocina, y sus espacios anexos. El que os presentamos en estas fotografías, ejecutado por Heko Soluciones Constructivas, se ha llevado a cabo en una vivienda de Neguri (Getxo, Vizcaya). Su zona de servicio se ha remozado para que luzca exquisita. En gran medida es así por la creación de una cava de vinos, ilusión del cliente. Puertas correderas de cristal conectan la lavandería, la cocina y el comedor, donde los acabados tienen el suficiente nivel tanto para que la familia lo use a diario como para que se pueda montar una cena con amigos. En la decoración otorga singularidad la cocina, de Santos Bilbao, y las obras de arte y las piezas de diseño aportadas por los propietarios.
Otros proyectos de rehabilitación
Desde la creación de este estudio, los proyectos relacionados con la rehabilitación de edificios señeros han sido constantes. Dentro del mismo ámbito geográfico, podemos destacar el acondicionamiento del Palacio Ampuero, un edificio de Manuel María Smith Ibarra, catalogado de protección especial, que se dividió en seis viviendas; el Palacio Vargas, del mismo arquitecto, con la misma protección, y también desgajado en diversos apartamentos; y la villa Itsas Aldian, en Hendaya, casa solariega construida en 1914 cuya reforma se hizo respetando la rígida normativa francesa.
Fotos: Elker Azqueta