Proyectar Bilbao
El pasado jueves 27 de noviembre nos reunimos en la sede del COAVN diez de los principales estudios de Bilbao para analizar nuestros proyectos más recientes y hablar del futuro de Bilbao y de las perspectivas para el sector. Organizado por el grupo editorial Vía, y patrocinado por Ofita, Geberit, Schüco y Mapei, convocó en el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro a más de 80 profesionales que acudieron a conocer nuestro trabajo.
La decana del COAVN, Matxalen Acasuso, inauguró el evento analizando el papel del colegio en la vertebración del colectivo y reivindicando que los nuevos proyectos de futuro para la ciudad aborden también áreas olvidadas, se pongan en valor edificios existentes y se creen proyectos que satisfagan las necesidades de los ciudadanos. Por nuestra parte, este fue el contenido de la ponencia, que presentó Alberto Palomo:
«Desde que Foraster Arquitectos echó a andar, hemos hecho de todo: viviendas unifamiliares, gimnasios, oficinas y hasta tanatorios. Nos consideramos lo suficientemente versátiles como para abordar con solvencia cualquier proyecto que nos planteen.
Pero siendo el título de la conferencia Proyectar Bilbao queremos dedicar estos minutos a hablar de una de nuestras especialidades: la rehabilitación. Con esta labor es desde donde quizá hemos contribuido más a mejorar la imagen de nuestra ciudad, ayudando a que no pierda su carácter.
Creemos que si todo hubiera consistido en diseñar nuevos edificios singulares, dignos de portada de periódicos y revistas, el “efecto Guggenheim” no se hubiera producido. Toda la ciudad ha empujado y por eso ha resultado tan satisfactorio trabajar en Bilbao estos años. Ójala no perdamos este entusiasmo.
Lo cierto es que hemos podido trabajar en muchas rehabilitaciones –o recuperaciones, como las llama Álvaro Siza–, porque la demanda estaba ahí. El esplendor de principios del siglo XX se había apagado y urgía limpiar fachadas y acondicionar interiores a las nuevas maneras de vivir.
Nos habíamos olvidado de que contábamos con un patrimonio arquitectónico singular y relevante. Los elegantes edificios con miradores del Ensanche o los palacetes de Neguri fascinan a quienes vienen a visitarnos y nosotros los teníamos cubiertos de hollín.
Haber trabajado en estos edificios ha sido un lujo. Tiene una mística especial. Muchas veces, al entrar por primera vez tienes la sensación de meterte dentro de una película antigua. Te imaginas cómo vivían entonces. Alucinas con la maestría de los viejos gremios. Y los techos. ¡Qué techos!
Luego te concentras en el trabajo. Dibujas. Proyectas. Y un día has acabado y de repente te encuentras delante de una imagen en HD. Se ha hecho la luz. Es un proceso fascinante
Casi sin darnos cuenta, todas esas rehabilitaciones nos han llevado a especializarnos también en interiorismo, considerado como arquitectura de interiores y no simple decoración. Es una labor integral. Y hemos descubierto que nos encanta, porque se permite una gran libertad creativa. Nos ha pasado diseñando centros deportivos, oficinas, bares y restaurantes.
Y es que de esta profesión nos gusta el primero, el segundo y el postre. La carne y el pescado.
Gracias.»