Una parcela de generosas proporciones sobre una loma nos ha permitido en este nuevo proyecto configurar una vivienda de reposada horizontalidad. Ubicada en el barrio de Billela, en Mungia (Bizkaia), ofrece desde el amplio ventanal del salón una mirada serena a las campas contiguas, el curso del río Butrón y el ondulante horizonte. La ausencia de grandes construcciones en las lindes también ha permitido que la casa destile arquitectura, es decir, que se delineen sus contornos con nitidez, sin trazar apenas escorzos impuestos por elementos externos. Por eso mismo, se integra sin estridencias en el paisaje rural.

No obstante, sí ha habido que adaptarse en dos importantes aspectos. Uno es el techo, construido a dos aguas respetando la normativa urbanística del municipio. Pero dado el régimen de pluviosidad de la provincia, también es lo que exige la lógica, por mucho que los nuevos sistemas constructivos permitan las mayores extravagancias. Además, ha habido que dar solución a una caída del terreno y para ello se han construido dos plantas en ese segmento. De esta forma se mantiene la mencionada horizontalidad.

En planta, uno de los elementos destacados es el patio interior, más propio de una arquitectura meridional o de conventos y monasterios. Es una petición de los propios clientes, quienes desean colmar el espacio de plantas y disfrutar de la independencia que esta estructura dispensa entre los distintos espacios de la casa, permitiendo la conexión visual pero no física de los mismos.

Con una superficie de cerca de 450 m2, incorpora los últimos avances en eficiencia energética, incluido un sistema de calefacción por geotermia. El proyecto se ha llevado a cabo junto Badallo Construcciones, las carpintería de aluminio son Schüko y en el suelo se despliega piedra caliza natural negra.

Fotos: Joseba Bengoetxea