Viejas y nuevas soluciones para una vivienda en La Bilbaína
El conocido como Estilo Internacional se consagró en 1932 con una exposición de arquitectura europea y americana que tuvo lugar en el MoMA de Nueva York. Todas las obras correspondían al Movimiento Moderno, pero se dejaron fuera las más experimentales o extravagantes para unificar una forma de construir caracterizada por el empleo de superficies pulidas desprovistas de ornamento, con el aspecto visual de ligereza que permitía la construcción en voladizo, por entonces novedoso. También se avino a la homogeneidad en la elección de materiales y se impuso la planta y el plano ortogonal, esto es, en perpendicular. Más funcional, imposible.
En la vivienda unifamiliiar, ese último criterio evolucionó hacia la solución en L, funcionando el vértice de la planta como bisagra de dos áreas diferenciadas. A un lado quedaban los dormitorios –lo que se que conoce como zona de noche– y al otro, el salón, el comedor y la sala de estar, esto es, la zona de día. En el medio se sitúan la entrada, la escalera y la cocina. Por otro lado, este planteamiento no dejaba de ser una evolución de la casa-patio romana, pues todas las habitaciones miran al centro, si bien ahora se benefician de la amplitud de vistas que genera el patio convertido en jardín abierto.
La L se impuso casi por sí sola en esta vivienda diseñada en la urbanización de La Bilbaína, en Mungia (Vizcaya). Sus propietarios, una pareja con hijos, venían de vivir en una casa de tres pisos y deseaban tener la comodidad de disfrutar de una sola planta. Con una salvedad: la pendiente del terreno obligó a crear un semisótano que alberga el garaje, la zona de servicio e instalaciones de gestión. Mejor aún. Además, el dormitorio principal, en busca de independencia, se situó en el extremo de la zona de día.
Justo a continuación viene el vestuario junto a la piscina. Con calificación energética A, la casa se ha dotado de un sistema de captación solar inteligente, instalado por Geinor, que lleva agua caliente a la calefacción por suelo radiante, al agua sanitaria y a la piscina, de la que se puede disfrutar así durante todo el año. De 20 metros de largo, está pensada para ejercitarse nadando. Los materiales y acabados son de primera calidad, disponiendo la vivienda de los últimos adelantos en instalaciones, domótica y seguridad anti-intrusión. Construida por Decons, los suelos son de roble, la iluminación la desarrolló Susaeta Iluminación, en los baños se empleó la solid surface Durian para encimeras y platos de ducha, y las carpinterías exteriores son de Technal, los armarios, de MIDI, la cubierta, de Bilca, y los paneles exteriores, de Parkles.
Fotos: Joseba Bengoetxea