Goya: una dulce reforma
Nacida en 1886 en Vitoria, la selecta marca Confituras Goya acaba de hacer su aparición en Bilbao de la mano de Foraster Arquitectos. Su nuevo establecimiento ocupa los bajos del inmueble situado en el número 27 de la calle Colón de Larreátegui, que este estudio reformó por completo para habilitar apartamentos de moderna configuración. Con esta obra, por lo tanto, se completa nuestra intervención en el inmueble.
Este nuevo Goya cuenta con todas las líneas de producto de la marca –sus famosas trufas y sus famosos Vasquitos y Nesquitas, tartas, bollería, turrones…–, mientras que El Arratiano, local vecino que sustituye a un mito del Ensanche bilbaíno como Ultramarinos Ortiz, se configura como un espacio gourmet que transita con mucho gusto entre lo dulce y lo salado.
Separados por el portal del mencionado edificio, están unidos por detrás y son gemelos en cuanto a su configuración. Dada la gran altura de sus techos, Foraster Arquitectos los ha bajado mediante dos bóvedas de cañón que otorgan profundidad a los espacios. Están hechas con chapa deployé, una capa de acero perforada que han puesto de moda los suizos Herzog & De Meuron. Nosotros las hemos pintado de color dorado para darle lustre a los productos que cobija, debidamente iluminados con focos de dirección muy precisa. Los muebles se recubrieron de color wengé, un tono marrón oscuro y a su vez cálido. Los chocolates de Goya lo pedían.