Comienzan las obras de las exclusivas viviendas de Casa Tangora
A principios del siglo XX las grandes familias de la industrialización vizcaina comenzaron a poblar de grandes viviendas unifamiliares el entorno de Bilbao y, más adelante, se extendieron hacia los antiguos pueblos de veraneo de la costa: Algorta, Las Arenas, Santurtzi y Portugalete. Es en este contexto cuando se comienza a construir la Casa Tangora sobre la playa de Ereaga (Getxo), en el lugar conocido entonces como Chominchu. Llamada también Palacio Goya y Palacio Castellana, presentaba la composición clásica y serena de una villa palaciega familiar. A lo largo de los años sufrió importantes reformas a cargo de los arquitectos vizcainos Rafael de Garamendi, en 1923, y M. Beascoa Arruti, en 1946, hasta configurar su geometría actual. Ahora, en pleno siglo XXI, el edificio experimenta un nuevo cambio para amoldarse a los tiempos actuales.
Rehabilitación emprendida junto a Eslora Proyectos, consiste en la división de la casa en seis viviendas de entre 300 y 90 m2. Rehabilitar supone volver la vista atrás con ojo crítico hacia lo que otros hicieron antes que nosotros y conciliar la historia de la casa con las necesidades de una moderna residencia. Donde antes hubo una estancia señorial, reina hoy un aire renovado. Quedan cosas del pasado; es el caso de la magnífica fachada de composición clásica y serena, que se pone en valor con una cuidadosa restauración. No podía ser menos, el edificio está considerado un bien de interés cultural por la Diputación de Vizcaya.
La intervención en la envolvente térmica o fachada aumentará su rendimiento energético. Se combinan las medidas pasivas con medidas activas de eficiencia energética en las instalaciones. Estas intervenciones permiten a sus propietarios un importante ahorro en calefacción y climatización.
Otros proyectos de rehabilitación
Desde la creación de este estudio, los proyectos relacionados con la rehabilitación de edificios señeros han sido constantes. Dentro del mismo ámbito geográfico, podemos destacar el acondicionamiento del Palacio Ampuero, un edificio de Manuel María Smith Ibarra, catalogado de protección especial, que se dividió en seis viviendas; el Palacio Vargas, del mismo arquitecto, con la misma protección, y también desgajado en diversos apartamentos; y la villa Itsas Aldian, en Hendaya, casa solariega construida en 1914 cuya reforma se hizo respetando la rígida normativa francesa.