Año: 2024
Arquitecto: José Ramón Foraster
Constructora: Bycam
Ingeniería: Naven Ingenieros
Aparejador: Eduardo Ruiz López
Fotos: Alejandro Bergado
En sus más de cien años de historia, las “oficinas” de la Diputación nunca habían sufrido una reforma integral y todo se había hecho de forma parcheada. La obra consiste en un cambio sustancial del segundo piso, el que se encuentra por encima de los suntuosos salones de este emblemático edificio histórico y donde se organiza el gobierno de Bizkaia. El objetivo ha sido crear espacios más funcionales y adaptados a las necesidades de hoy en día, pero haciendo resaltar a su vez el carácter emblemático de todo el conjunto.
Nuestra propuesta permite que se vea de lado a lado, de forma que toda la planta esté interconectada. Nada está compartimentado y los espacios individuales se reducen en favor de los espacios colectivos y de trabajo en grupo, para crear relaciones entre iguales. En el área central, donde se encuentra el patio interior bajo la cúpula, se conservaban los volúmenes y la decoración originales, mientras que en el corredor perimetral, ajeno a la historia y sin atractivo arquitectónico, se sucedían zonas de trabajo sin un orden predeterminado en las que se fue tapando la decoración original. Nosotros hemos querido reconectar ambos espacios intensificando el juego entre opuestos, lo centrífugo y lo centrípeto.
A fin de rescatar todos los elementos históricos de valor, muchos ocultos, hicimos una inspección mediante catas para poder comprobar y analizar los “descubrimientos” y el grado de rehabilitación necesarios. Como si de una excavación arqueológica se tratara, se fueron eliminando los estratos superpuestos durante los 120 años de historia del edificio para llegar hasta los elementos originales para rescatarlos y restaurarlos: vidrieras, tallas, grandes decoraciones de escayola, moldes… Donde había color se ha mantenido el original y las zonas reconstruidas se han dejado en blanco para tener constancia de lo original frente a lo nuevo. Un hallazgo que nos entusiasmó fue la baldosa hidráulica que apareció en el ala oeste del edificio. Nadie conocía de su existencia y al ir eliminado capas sin valor, las descubrimos. Fabricadas por la empresa bilbaína La Progresiva, se han restaurado en lo posible y las nuevas se han hecho siguiendo las técnicas de antaño.
La nueva organización de la planta huye de la oficina convencional: se crean espacios abierto, dinámicos y flexibles, de manera que se adapten con facilidad a necesidades futuras. Aprovechando la ornamentación redescubierta en los dos espacios centrales de las fachadas laterales, se crean unas salas de usos múltiples abiertas, a disposición de todos los trabajadores. Y los dos patios interiores se habilitan como espacios semi exteriores, que sirvan para la pausa en el trabajo. Se introduce además un elemento singular en la zona de comunicación, formado por paneles de madera que configuran una pieza de mobiliario para albergar despachos, sala de reuniones y zona para reuniones informales.
La reforma busca también mejorar la eficiencia energética del inmueble. Para ello se dispone un trasdosado por la cara interior de toda las fachadas y se sustituyen las carpinterías por otras de altas prestaciones, en madera. Combinado con una nueva y eficiente instalación de climatización, hace que los costes operativos se reduzcan de manera muy notable. Asimismo se han instalado paneles fotovoltáicos en los faldones de cubierta, invisibles desde la vía pública, de forma que no dañan el aspecto original del edificio. Toda la iluminación es LED.